¿Es cierto que hay personas que tienen acceso de nacimiento a los misterios más escondidos y ocultos? ¿Existe el don de nacimiento? ¿Son las videntes las auténticas maestras de la clarividencia?
Las personas que cuentan con esta gracia o don de nacimiento son tan especiales y escasas como el don que les ha sido concedido. El don de la videncia es único y excepcional, se encuentra en muy pocas personas.
Poseer el don de la videncia de nacimiento es sorprendente y permite a las personas que lo poseen conocer el arte de la adivinación en profundidad. Las videntes naturales suelen pertenecer a una estirpe de videntes naturales por herencia. Es decir, suelen ser hijas, nietas o bisnietas de otras videntes naturales. Parece ser que este don se pasa de generación en generación y de madres a hijas.
El don de la Clarividencia
Nadie tiene que decirte que has nacido o no con este don de la clarividencia, ya que es algo que tú sabes, aunque en un principio pueda sorprenderte. Durante la infancia y la adolescencia habrás tenido un sexto sentido especialmente agudizado, una especial intuición y una capacidad innata, y en ocasiones increíble, para conocer ciertas cosas que no deberías conocer en un principio.
Las personas que experimentan este tipo de sucesos tienen la opción de potenciar, estudiar y practicar sus habilidades o no. Si deciden hacerlo, es la forma en la que marcan el camino para realizar la videncia profesional, ya que comienzan ayudando a sus amigos, familiares, vecinos y seres queridos para ir creciendo y mejorando en su oficio.
Como ya se ha dicho, son mujeres especiales y únicas que tienen el respaldo de todas las personas a las que han ido ayudando durante el camino que han recorrido. Estas personas les realizan consultas de todo tipo y observan como se cumplen sus predicciones. Es decir, comprueban con su experiencia que estas videntes son de verdad y aciertan.
¿Cómo descubrir si realmente son buenas tarotistas?
Es importante andar con pies de plomo cuando buscas este tipo de servicios, pero ya hemos remarcado que una buena vidente lo es de nacimiento.
Hay mucha publicidad acerca de que tal o cual persona tiene un 100 % de aciertos o que en tan solo 24 horas recuperarás a tu gran amor, pero el consejo es que desconfíes de este tipo de anuncios.
Hay pocas videntes de nacimiento y debes ser de nacimiento para interpretar una tirada de cartas de forma natural. Cierto es que hay una gran cantidad de tarotistas que tan solo leen las cartas, pero eso en realidad puedes hacerlo tu mismo. El requisito indispensable en un tarotista es que tenga videncia y un sexto sentido muy bien desarrollado.
Esto es algo que puedes apreciar de forma casi inmediata, ya que si la persona a la que consultas te realiza una gran cantidad de preguntas está tratando de averiguar tu situación por ese medio, para posteriormente decirte cosas que sean lógicas. Una vidente de verdad no necesita realizar ese tipo de preguntas.
Una vidente de verdad solo puede serlo si es de nacimiento
La videncia, a diferencia del tarot, no se aprende, sino que se hereda de las generaciones que te preceden en tu familia. Por tanto, lo eres o no desde que naces.
Bien es cierto que hay muchas personas que nacen con este don de la clarividencia y o bien no lo desarrollan o bien les pasa desapercibido. Es durante la infancia cuando el vidente adquiere su capacidad para desarrollarse. No se ha podido comprobar, pero cuando naces eres completamente inocente y libre de razonamientos impuestos. Por tanto, cuando cierras tu comunicación, dejas de percibir otro tipo de comunicación que no está razonada.